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La idea es evitar fraudes, mayor seguridad para el usuario y también mayor agilidad a la hora de hacer compras online.
MasterCard busca mejorar sus condiciones de seguridad. Foto: Unsplash.
MasterCard estará cambiando los plásticos de sus tarjetas de crédito a fin de enfatizar en sus medidas de seguridad y evitar cualquier tipo de fraude y proteger de mejor manera los datos del usuario.
Así, la empresa internacional de servicios financieros anunció que eliminará para el año 2030 los números impresos en las tarjetas y reemplazará el sistema tradicional con tokens y autenticación biométrica.
Los cambios buscan que el usuario tenga mayores seguridades a la hora de hacer compras online. Foto: Web.
Según un informe de Bloomberg, MasterCard ya no hará más uso de los números al frente de las tarjetas, por lo que su reemplazo tendrá que ser con tecnología de avanzada para que se procesen sin dificultades las compras digitales. Los dos objetivos: evitar fraudes y que los usuarios utilicen las tarjetas de forma más fluida.
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Cómo serán los cambios en las tarjetas de crédito de MasterCard
El sistema de tokenización que propone MasterCard consiste en convertir los datos sensibles de una tarjeta de crédito en códigos únicos o «tokens», los cuales no puedan ser utilizados por los estafadores, al menos, no con facilidad.
Con estos tokens se podrá realizar pagos a través de dispositivos como relojes inteligentes y asistentes de voz. Además, la idea es que se elimine la dependencia del plástico y que se pueda usar de manera más segura a las tarjetas.
La autenticación biométrica es otro de los pasos de mayor seguridad que se ofrece. Con esto se busca reemplazar a las contraseñas tradicionales y a los números de PIN. Tan solo con usar las huellas digitales, reconocimiento facial o de voz, la tarejta en cuestión ya quedaría operativa para ser usada.
Lo que se busca es que los números de las tarjetas de créditos estén visibles y vulnerables a posibles estafas. Foto: Web.
La vicepresidenta ejecutiva de MasterCard Europa, Valeria Nowak, destacó: «La comodidad y las tasas reducidas de fraude son una ventaja. Confiamos en que esta visión para 2030 será beneficiosa para los compradores, minoristas y emisores de tarjetas».
Todo esto, el acceso a través de tokens y biometría, ayuda a un cifrado mucho mayor, lo que conlleva a una forma casi inexpugnable de robo de la información personal, algo fundamental en las sociedades actuales. Con la eliminación de los números al frente de las tarjetas lo que se logra es que el usuario no esté tan expuesto. A todo esto, promete ser una forma de pago más rápida y sencilla.
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